Dime que programa emites y te diré que cadena de televisión eres. ETB2, el segundo canal de Euskal Telebista, ha estrenado el documental de Canal + Francia 'El ocaso del Rey' sobre los escándalos de la Casa Real. Los vascos han sido los primeros en ver los escarceos amorosos, las cacerías y la idealización del monarca como salvador de una patria que ahora se nos antoja hecha girones. La humillación de la reina, la supuesta anorexia de la princesa, la soledad del bastardo y los turbios negocios del yerno completan el polémico retrato que la mayoría de españoles solo podrán ver por internet. Por si tienen alguna duda basta decir que la cadena duplicó su audiencia. TV3 se ríe de todo y de todos con 'Polonia' pero también se toma en serio su papel en este 'juego de tronos' de la audiencia. La televisión catalana no emitió el discurso del rey gracias a una huelga que llegó en nochebuena como agua del primero de mayo. Los informativos de TVE se han ganado el sambenito de manipuladores por su visión dulcificada de la realidad económica y social mientras el programa 'Entre todos' se entrega con fruición a las miserias de los españoles. La Sexta presume de rebelde progresía con 'El intermedio' al tiempo que corona a Sandro Rey en las noches de teletienda esotérica. Nada más decimonónico y rancio, pero claro, son unas premoniciones pagadas, y bien pagadas. En realidad, las teles reflejan un cierto trastorno bipolar. Todas. Salvo Canal 9, paradigma de la situación de la comunidad valenciana en la que nació, sumida en la nada.

Despedida y cierre de Antonio Albert en la crítica de televisión de la Cadena Ser.

"La liturgia de los traicioneros cuartos y las contundentes campanadas, asociadas al reloj de la Puerta del Sol marca la frontera emocional entre los doce meses sin piedad del año fracasado y el misterio que entraña el tiempo por llegar" cuenta Antonio Albert en su despedida y cierre y añade que "nos aferramos a que tanto las uvas como las campanadas nos devuelvan la ilusión y cumplan su promesa de darnos la suerte que merecemos".



En su 'Despedida y cierre' Antonio Albert presta especial atención a las audiencias en la televisón y señala que "46 millones de personas estamos en manos de 4.500 personas que con su audímetro deciden qué triunfa y qué fracasa en nuestra televisión. Lo queramos o no, a estos dichosos aparatos hay que tenerlos un respeto"


"La medicina ha reconocido que la exposición a nuestras series favoritas provoca sudoración, aumento del pulso y descenso de la temperatura corporal, un capítulo es pues, una dosis" señala Antonio Albert que se declara adicto a la televisión después de quedarse el pasado domingo hasta las seis de la mañana pegado a la pantalla.


Antonio Albert en la sección de critica de televisión del programa ¨Hoy por hoy¨ de la Cadena Ser

El tertuliano a menudo olvida que el derecho a la libertad de expresión que un tertuliano tiene, no está por encima del espectador a recibir una información veraz.

Antonio está nostálgico. Echa de menos ese contenido en la televisión que antes tanto le entretenía, tele llena de espectáculo y fantasía. Pero sobre todo la tele que pensaba en las personas que la veía y no en las cifras de audiencia que conseguiría.